¿Quieres profundizar tu enfoque en la meditación? Prueba esta práctica Zen

¿Quieres profundizar tu enfoque en la meditación? Prueba esta práctica Zen

La capacidad de establecerse en un estado de concentración en un solo punto es un elemento clave en la meditación. Sobre el papel, esto puede parecer sencillo, pero incluso a los meditadores veteranos (incluso en sus mejores días) les puede resultar difícil concentrarse. Aprender joriki puede ayudarte a reavivar tu concentración y devolver energía a tu práctica de atención plena.



En la meditación Zen, joriki es un término utilizado para describir la concentración profunda. El “jo” a veces se traduce como samadhi, que conocemos por los Yoga Sutras como un estado de estar intensamente presente. "Ki" es energía espiritual, compasión y sabiduría. En conjunto, joriki significa "fuerza estable": el poder o la capacidad de permanecer firme, equilibrado y concentrado.

Probablemente hayas experimentado el joriki sin saberlo antes. Es perderse en algo que disfrutas tanto que pasa una hora sin darte cuenta. En la práctica de la meditación, es esa sensación calmante de que eres “uno” con el momento y en paz con las circunstancias. Joriki te permite sentarte sin ser molestado, permitiendo que surjan tus pensamientos y sensaciones, mientras tu mente y tu cuerpo están unificados en la concentración meditativa. Para la mayoría, esa poderosa concentración suele ser fugaz. Sin embargo, puedes aprovechar el joriki nuevamente con una práctica de respiración simple e intencional.



Una práctica de meditación para joriki.

Cargando vídeo...

Paso a paso las instrucciones

  • Empiece por encontrar un asiento cómodo. Concéntrate en la respiración y comienza a contar cada respiración a medida que surge. Esto le brinda un punto focal tangible al que regresar cuando su mente se distrae.
  • Inhale contando hasta 4 y luego exhale contando hasta 4. Aumente o disminuya el número según su cadencia natural. Tu respiración debe ser fácil, no forzada.
  • Cuando tu mente comience a divagar, “toca” el pensamiento con tu conciencia y déjalo ir. Vuelve a tu respiración como ancla. Si esto le resulta difícil, imagine que está en una balsa flotando río abajo. Cuando surja un pensamiento, déjalo ir mientras tu balsa se desliza suavemente hacia adelante.
  • Evite la tentación de reprimir sus emociones. A medida que surjan, obsérvalos, tócalos y siéntate con ellos. No puedes luchar contra la corriente, simplemente debes moverte con ella.
  • A medida que vuelvas a centrar tu atención en la respiración cada vez, dejarás de notar que tus pensamientos son distracciones y tu conciencia permanecerá enfocada en el momento presente.
  • Con el tiempo, fortalecerás esta habilidad y desarrollarás la paciencia para navegar por las corrientes de la vida. Cada vez que regreses a la respiración, tu conciencia aumentará y accederás al poder espiritual del joriki con más facilidad.

Viniendo con joriki

Con el tiempo, seguirás el ritmo de tu respiración y dejarás de contar, te volverás uno con tu respiración y la experiencia se sentirá sin esfuerzo. En este estado de joriki, tu cuerpo y tu mente se encuentran en una concentración serena. No apresures el proceso. Con la experiencia, tu conciencia se agudizará y tu diálogo interno se disipará. En este estado de poderosa concentración, tu práctica meditativa florecerá. A medida que el joriki se fortalezca, te acercarás al samadhi, la concentración única de tu mente y el poder de concentración que reside dentro de ti.



Añade un comentario de ¿Quieres profundizar tu enfoque en la meditación? Prueba esta práctica Zen
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.

End of content

No more pages to load